El dictador Aleman creó esta muñeca con el fin de evitar que sus soldados, en las largas guerras, no se contagiaran de enfermedades veneras. Este proyecto del “führer” era bastante inocuo. Recibió el nombre de Borghil que era una diosa de la mitología Nórdica. Como tradición a la raza aria esta mujer era rubia, alta y de pelo rubio.
De hecho, para diseñar la muñeca, las autoridades militares alemanas solicitaron a la actriz Käthe Von Nagy prestar su rostro para hacer un molde de bronce para la cara del juguete. Parece ser que la actriz se negó, pero dos deportistas, Wilhemina Von Bremen y Annette Walter, accedieron a colaborar con la causa y alquilar (es una forma de hablar) sus esculturales cuerpos para que las Borghild tuvieran su apariencia. Por lo visto, el proyecto de muñeca hinchable para las tropas alemanas se vio frustrado cuando el bombardeo aliado de la ciudad alemana de Dresde destruyó la fábrica que había recibido el encargo de desarrollar el inusual encargo.
El experimento de muñeca hinchable aria, si tenemos en cuenta que dicho bombardeo tuvo lugar en 1945, apenas doce semanas antes de la capitulación alemana, cuando al movimiento nacionalsocialista le quedaba un telediario, cuesta creer que los militares alemanes tuvieran muchas ganas de hacer el tonto con muñecas hinchables con la que les estaba cayendo. Y nunca mejor dicho.
Bibliografia:
http://www.elmundo.es/
http://www.wikipedia.es/
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